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  • El inversor huye de la deuda española y el riesgo país toca máximos de 1996

    El efecto contagio obliga al Tesoro Público a pagar el doble en una subasta de letras a plazos de tres y seis meses.

    El contagio ha llegado a España y, por si quedaban dudas, el propio Miguel Ángel Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España, lo reconoció ayer. Los inversores no quieren palabras, sino hechos. De ahí que los intentos por atemperar los nervios por parte de José Manuel Campa, Secretario de Estado de Economía, y Carlos Ocaña, secretario de Estado de Hacienda, cayeran en saco roto. Ambos defendieron una exitosa subasta de letras realizada ayer por el Tesoro Público, pero no evitaron que se produjera una ola vendedora de deuda pública.

    Fuente: Expansion.com